17.4.07

Super Cho


La noticia del asesinato de varios estudiantes y algunos profesores en Virginia Tech ha llamado mi atención por varias razones. En primer lugar no deja de sorprender la efectividad del tirador. Columbine ostentaba la marca de 16 estudiantes caidos, mientras el amigo mandarín despachó de un sablazo (en sentido literario) aproximadamente 32 potenciales ingenieros. Desconozco el impacto de esta purga para el futuro estructural de nuestra civilización, pero lo que si hay que admitir en medio de este carnaval siniestro es que la pasmosa efectividad de este Campo Elías oriental esta simentada en su entrenamiento ácadémico y su origen oriental como base para construir una masacre de alta factura.
Por otra parte reitera una tendencia de masacres en centros educativos con los medios de comunicación como conciencia que explica las razones del desastre. Algunos dirán que fue Marilyn Manson o Hillary Duff. La violencia en cine y televisión. Lo cierto es que por tratarse de eventos sucedidos en centros educativos, lo más lógico sería cerrar TODAS las universidades y colegios del mundo para que estos horripilantes hechos no vuelvan a repetirse, pero como esto es practicamente imposible, propongo que sean instaladas cámaras de alta definición en sitios de potencial riesgo para que en el evento de una nueva acción sicópata, los televidentes podamos ver imágenes de mayor valor estético, y no como esos videos de teléfono celular desenfocado en los que no se ven sino manchas grises y que han sido mostrados una y otra vez por todos los noticieros del mundo. Ahora a esperar quién enloquece y lleva esta nueva moda a los Andes o al CESA, aunque me temo que en este caso la masacre sería de muy baja efectividad a razón de la deficiencia técnica de nuestra triste raza. Y del documento periodístico mejor ni hablar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La literatura es una asesina perfecta, super cho no jugaba super mario Bros, dudo mucho que escuchase Abba, pero sin duda en sus lecturas orientales estaba el arte de la guerra, las tragedias de Euripides y alguna que otra copia de Kant, tal vez la critica de la razon practica, o Beckett, ese si que es peligroso