3.5.07

OASIS V

FKK

Me alegro haber destruido tu higiene puritana

Heredada de tu padre,

Un masón atolondrado

Que pensaba que el grado treinta y tres

Era el del escriba Balaguer.

Esas minucias y valores que me resultaron

Alérgicos a mí distinguido olfato.

Me hubiese gustado destruirte

Pero algo se me contagió, una ponzoñosa sarna.

Hedías a proyecto

Debí correr,

A diestra y siniestra,

Preguntándole:

Por qué el banco del espíritu santo

Queda en el 666 del Brickell Avenue

Nunca hay respuesta para ese enigma.

1 comentario:

monjarabiosa dijo...

extraordinario como ya es costumbre en estas humildes pero despiadadas páginas.